Soy muy de verano, lo reconozco. De pequeña no, al contrario. Pero conforme fui creciendo le fui encontrando el gustito a la playa, las puestas de sol, los días más largos, los heladitos…
Reconozco que el otoño es una época de transición, y yo soy más de extremos: o frío o calor, medidas tintas pa qué 😉 Peeeeeero hay que reconocer que el otoño, con la variedad de colores que presenta, es una época preciosa para vivirla. No hace todavía mucho frío y permite ver estampas que vistas tras el prisma de una cámara de fotos parecen de postal.
Os dejo algunas instantáneas de Zona Volcànica de La Garrotxa, en concreto, del volcà de Santa Margarida. Hicimos también una ruta en carro por La Fageda d’en Jordà que nos encantó, es curioso cómo la vegetación más propicia de otras zonas geográficas se ha abierto paso desde hace miles de años en un terreno hostil, y de la manera más mágica.
Y para poner una buena guinda al pastel, el restaurante Verntallat de la Cooperativa de la Vall d’en Bas. Si queréis probar los mejores productos d la zona os lo recomiendo. Calidad a precios asequibles (y que conste que no cobro comisión).
Espero que os gusten.